India

A ver, podiamos andar en camello en dos lugares distintos de nuestra ruta presunta: Jaisalmer o Bikaner. Pero resulta que en Bikaner usan mas carros tirados por camellos, y yo queria ser una autentica jinete, asi que la eleccion fue Jaisalmer. Menos mal, porque al final a Bikaner no fuimos, me quede sin ver el templo de las ratas. No importa, veo ratas de todos tamaños bastante seguido por aca, y hay una increible profusion de ratoncitos chiquititos que aparecen por cualquier parte, aunque creo que el mas simpatico fue el que le salto entre los dedos a un tipo cuando abrio un cajon del escritorio, con decirte que hasta el chabon se sobresalto por lo inesperado.
Bien, contratamos una pequeña vuelta, asi que a eso de las 9 nos reunimos con el resto del grupo (maximo 8 personas prometidas y eramos 10, pero vos viste este problema del analfabetismo en india, no deben haber contado bien)
Composicion del grupo: una pareja el suizo ella hungara, una alemana, un ingles de padres indios, nosotras dos y cuatro taiwaneses, padre madre y dos hijas de maso 30.
Nos acomodamos toditos en una especie de jeep, y nos mirabamos sonrientes porque los 10 mas el chofer ibamos un poco apretaditos en el vehiculo.
En un rato hicimos los 40 km, y alli nos bajamos en medio del desierto. A la distancia se veian molinos de viento, de esos para generar energia, como miercoles se llaman.
Y mientras esperabamos el arribo de nuestro transporte, ibamos tratando de conocernos. Como de costumbre, babel. El que me dio una envidia atroz fue el anglo-indio, que se puso a hablar con bastante fluidez en chino con los idem, y cuando el tipo le pregunto en japones si tambien hablaba japones (eso lo entendi yo, estoy taaaaan orgullosa de mi misma) paso al japones y asi siguieron. Aparte habla obvio ingles, y tambien algo de indi. Que envidia!
Palabra va palabra viene, me dieron ganas de ir al baño, asi que elegi unos discretos arbustos que habia a cierta distancia y para alla enfile. Cuando estaba levantandome los pantalones, levanto tambien la vista y veo encaminandose hacia nosotros y bastante a tiro a dos de los camelleros llegando. En fin, como que tomamos confianza rapidamente con los camel man. No se si sera por eso que se pasaron todo el viaje llamandome "maharani" (reina).
Y fueron asi llegando los camelleros y sus camellos, hasta juntar cuatro camelleros adultos, un camellero niño, diez camellos en distintos estados de adultez y tres camellos niños-adolescentes.
O sea, diez turistas montados, tres camellos sin monta, y cinco camelleros caminando, asi que imaginate cual es la velocidad que desarrollan los camellos al paso (o cual es la velocidad que desarrollan los camelleros caminando, jjjjee)
Te cuento como es la historia de subir arriba del camello: lo hacen agacharse, queda con la panza apoyada en el piso, y ahi te subis. Te aclaro que el camello agachado queda un tantillo mas alto que tu entrepierna, asi que hay que pegar saltito, o agarrarte de donde puedas de la silla pa pegar el envion, ya que los estribos son un concepto no demasiado internalizado en la escuela camellistica. Una vez sentadito derecho y agarrado a un pistroquio que sobresale bastante de la silla, le dan la orden al camello de que se levante, quien primero levanta todo el largo de las patas traseras, y ahi te vas peligrosamente pa adelante, tanto que si no te agarraste como debes y te inclinaste pa atras para compensar, te veras camelpultado por sobre la cabeza del digno animalito. Luego levanta las patas delanteras (te vas peligrosamente pa atras, compensas peso o te camelpulta pa atras), finalizado lo cual quedas estabilizado pero como a 15 metros de altura. Que altos son los camellos, vea!

Y ni te cuento cuando empiezan a caminar! Bien los definio el padre de Rickey como "los barcos del desierto", si vas como sobre las olas. Pero en la cima del palo mayor vas. Bueno, te acostumbras nomas.
Tienen ese andar tan acompasado porque caminan como los caballos de paso peruano, es decir adelantan las dos patas del mismo lado a la vez, no como los caballos comunes que tienen la delantera derecha atras mientras la trasera derecha esta adelante.
Asi fue como todos los turistas montados y todos los camelleros a pie empezamos la travesia. Empezamos a recorrer esa parte del desierto, que es arena con arbustos medio bajitos y por alla a las perdidas alguna plantita un poco mas alta, en un silencio imponente en medio de la monotonia, solo roto por el ocasional campanilleo del "camello madrino" y los pedos que se tiraban. Que se tiraban los camellos, creo.
Empezo a ponerse calido el dia, el sol medio implacable, asi que empezamos a taparnos todos. Yo estaba toda de negro y con mi bonito pareo negro arriba del sombrero para taparme cuello y parte de los brazos, igualita igualita a Omar Shariff en esa pelicula de beduinos.
Anduvimos un rato y aparecio una "villa", 100 personas viviendo, asi que bajamos de los camellos con el procedimiento inverso al de la subida y con los mismos riesgos, nos acercamos a las 7 casas donde vivian las 100 personas, nos atosigaron unos pendejitos pidiendonos todo lo que teniamos encima incluido el olorcito a camello que ya debiamos estar juntando.
Nos escapamos incolumes de la horda y seguimos camelgando placidamente hasta maso la una, momento en que nos habian prometido parar en un "oasis" para comer y dormir uan buena siesta, que la cosa se estaba poniendo cada vez mas caliente.
Y llegamos nomas al oasis, nada que ver con el pozo de agua rodeado de palmeras que te estas imaginando, esto era el lecho seco de un rio, con algunos arbolitos mas altos que daban un poco mas de sombra.

Y ahi mi camellero se puso a hacer la comida para todos, arroz hervido con unas verduras saltadas con una salsita.

Y tenia un ayudante, el "chapati man" que es el que amaso y aso a la plancha el infaltable chapati.
Mientras el cocinaba, los otros nos fueron alcanzando unas bonitas bolsas de esas grandes de tejido de plastico, para que pusieramos en el piso y nos sentaramos arriba.
Algunos sentados, otros acostados, se formaron dos grupos: chinos por un lado, arriba de plastico de su propiedad (no sabes lo preparados que estaban los chinos, si tenian hasta paraguas, de esos plegables chiquititos taiwaneses) y occidentales por el otro, arriba de las bonitas bolsas de harina indias.
Mientras nos preparaban la comida nos sirvieron un masala chai. Cuando estuvo la comida nos la repartieron en 10 recipientes distintos pero todos con la misma onda, arroz a un costado, guiso de vegetales por el otro, y chapati arriba. De cubiertos ni hablar, te acordas, no? asi que a meter la mano en el plato, revolver verduras y arroz y empezar a comer. Bastante buena la comida de campamento indio.